Bienvenida del presidente

Muchos son los hitos a los que el mundo del motor, y nuestra afición en particular, van a tener que enfrentarse a corto plazo. Sólo ver la publicidad de cierta prestigiosa marca británica dando pábulo a la posibilidad de convertir sus clásicos a eléctricos, no hace más que ahondar en mi preocupación. ¿Acaso la forma de entender la conservación de nuestro Patrimonio Cultural automovilístico es modificarlo radicalmente en sus órganos mecánicos? Cuando las propuestas encima vienen del lado de la industria que debería defender al Movimiento de los coches y motos históricos, no hacen más que reforzar los argumentos de los políticos oportunistas y los titulares periodísticos alarmistas.

¿Y qué papel debe jugar FEVA ante esta oleada de retos que se nos vienen encima? Primero, dar la batalla ante el legislador para que nuestros argumentos sean tenidos en cuenta y ante las Administraciones para evitar las trabas que se nos plantean. Después, perseverar en el objetivo de conservar nuestros vehículos para que sigan en circulación. La labor de Lobby va centrar el esfuerzo de nuestra Comisión Legislativa, la más numerosa y que incluye profesionales de reconocido prestigio en cada uno de sus campos.

Pero detrás nuestro acrónimo no hay más que los clubs que lo sustentan, y sin los aficionados que en su nombre participan en las Comisiones de trabajo no hay resultados. Por eso es necesario recordar que éstas se encuentran siempre abiertas a nuevos candidatos activos y comprometidos en las tareas pendientes.

Por otro lado, el traslado operativo de nuestra sede a Madrid esperamos que nos permita mantener contacto más cercano con nuestros interlocutores, y que sirva de punto de encuentro de FEVA con los Clubs. Reto para el que, adicionalmente, comenzamos pronto nuestro proyecto de comunicación en las Redes social

No me queda más que agradecer a los integrantes de la anterior Junta directiva su dedicación y esfuerzo en pro de nuestra pasión, y dar la bienvenida al nuevo equipo que me acompaña en este camino con ilusión y conciencia de la responsabilidad adquirida.

Raúl Aranda